Fragmento de entrevista a Liliana Colanzi:
En algunos de tus cuentos, como en El Ojo y La Ola, hay una impronta fuerte del terror cómo género. ¿Qué te seduce del terror?
Tengo una fascinación con la naturaleza del mal y con la posibilidad (aterradora y absolutamente desconcertante en ambos casos) de que este sea resultado de la causalidad o de la casualidad. Me da vueltas la paradoja de Epicuro: si Dios quiere prevenir el mal, pero no es capaz, entonces no es omnipotente. Si es capaz, pero no quiere hacerlo, entonces es malévolo. Si Dios es capaz y puede hacerlo, ¿por qué existe el mal entonces? Y si no es capaz ni quiere hacerlo, entonces no es Dios. El género del terror es un género místico: se ocupa del éxtasis negativo ante lo desconocido.